lunes, 30 de agosto de 2010

Toy Story 3: y hablando de trilogías perfectas…


El otro día estaba pensando en esas trilogías que realmente se han distinguido por no bajar su calidad argumental e ir en aumento secuela a secuela dejando que su última parte sea verdaderamente la cereza de un buen postre. Algunas trilogías que podríamos barajar son “Back to the Future”, “The Lord of the Rings”… En un blog leía que la trilogía perfecta es nada más y nada menos que “The Evil Dead” de Sam Raimi. Ok, coincido con ello, pero acá no me voy a extender en analizarlo porque de hecho este artículo tiene otro fin (me comprometo a escribir una entrada sobre “The Evil Dead trilogy”).

Pero hablemos de lo que ahora nos interesa, de otro regalo de Pixar. Es también interesante comprobar como Pixar siempre se ha distinguido por guiones tan originales como profundos en sus temas. Que sus películas siempre puedan ser absorbidas por toda clase de público es extraño en este cine de hoy. Lo que muchos no entienden es que un film de animación no es sólo para niños, pero si es para adultos y para niños, entonces debe realmente ser potable para un individuo inocente. No voy a entrar en discusiones pero películas hay (que las hay las hay) que con comentarios con doble sentido se desvían hacia lo que no hace falta. Tengo mis teorías, pero no voy a hablar de eso ahora…

(—Concéntrate Matías, has venido a hablar sobre Toy Story 3. —Ok, ahí va de nuevo).

Y por fin pude ir a ver Toy Story 3. Ya con la escena inicial se me puso la piel de gallina. ¿Comprobé acaso que lo que veía me había marcado, a mi y a una generación entera? Recuerdo cuando vi la primera parte, no tenía ni ocho años. Ni siquiera me daba cuenta de que era la primera película de animación 3D de la historia del cine. Después Woody y Buzz se hicieron parte nuestra y sus frases y dichos quedaron grabados por todos lados y repetidos continuamente años después…

Me senté a ver la dos, rogando que no se arruinaran los buenos recuerdos. Con asombro descubrí un guión fresco y divertido, donde nuevos personajes ya comenzaban otra vez a ser familiares y formar parte de nuestra mente (¡en el fondo todos seguimos siendo niños!). Pero cuando vi la tercera parte, me encontré con un film mucho más oscuro que los anteriores: ahora los personajes realmente sufren. El argumento seguía siendo tan bueno como los anteriores y los chistes eran también muy apropiados, pero me encontré con una secuela mucho más seria. Y eso me gustó.

Una cosa que me interesó bastante fue la referencia a otras películas, a manera de homenajes. Lo que a primera vista se ve son clichés de diferentes géneros, como westerns, películas de espionaje, acción, aventura, las típicas escenas de planes arriesgados, incluso de películas de terror. En una escena me pareció que dejaron un tributo a “Back to the Future”. Mi hermano me comentó que en otra le parecía que había una referencia a “Terminator 2”. Incluso uno de los personajes hace alusión directa a los estudios japoneses Ghibli.

Es cierto, como oí comentar por ahí, la última escena me hizo recordar muchas cosas pasadas. Quisiera comentar realmente qué pienso de toda la última parte y el clímax, pero mejor les recomiendo que vean primero la película.

“Siempre estaremos juntos. Hasta el infinito… y más allá”.


2 comentarios:

  1. Una crítica muy interante! y la verdad es que sí... hay referencia a muchas películas.
    Espero que Pixar nunca cambie.

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  2. Manso post!!! Aunque lo de la trilogia del Señor de los Anillos.... hasta ahi nomas, esperaba mas fidelidad al libro pero tiene algunos detalles que me dolieron en el alma......

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